Una dieta correcta es la que cubre las necesidades nutricionales en las distintas etapas de vida y contienen todos los nutrimentos en las proporciones adecuadas para cada persona, según su edad, su sexo y sus actividades.
Por ejemplo, es la que estimula el desarrollo y el crecimiento de niños y jóvenes, y a los adultos se les permite conservar el peso ideal, además de prevenir el desarrollo de enfermedades.
La dieta correcta tiene las siguientes características:
Completa: que cada comida incluya alimentos del plato del buen comer y agua simple.
Equilibrada: que los nutrimentos guarden las proporciones adecuadas de acuerdo con la edad, sexo y las actividades de cada persona.
Inocua: que esté libre de microbios patógenos, toxinas y contaminantes, y se consumen con moderación.
Suficiente: que cubra las necesidades de todos los nutrimentos.
Variada: que incluya diversos alimentos de cada grupo en todas las comidas.
Adecuada: que considere los gustos y la cultura de las personas y se ajuste a sus recursos económicos.